SOBRE EL PROCESO DE PRODUCCIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Todo texto que se desee publicar (folleto,
libro, revista, diario, etc.), ya sea en versión digital o tradicional, debe
pasar por determinadas etapas antes de llegar a manos del eventual lector:
1. Creación
2. Transcripción a sistemas de edición
3. Proyecto de edición y diseño de
interiores y exteriores
4. Traducción, en su caso
5. Corrección (de originales o estilo)
6. Tipografía y formación de páginas, o
diagramación, en el caso de libros técnicos, revistas, etc.
7. Corrección de pruebas (ortotipográfica)
8. Impresión
9. Publicación
10. Distribución
1. Creación. Se le
llama también
escritura. Lo primero que hay que tener en cuenta cuando se pretende
difundir un texto es que hay que hacerlo de tal manera que el posible lector
pueda recibir y entender lo que se quiso transmitir. Para ello hay normas que muchas veces
son propias del hablante de cada lengua, pero también hay otras tantas que deben ser
aprendidas. En primer lugar, ya se trate de una tesis, un ensayo, un cartel
de publicidad o una novela de ciencia ficción, antes de someterse a la
normativa propia de su género, el texto tendrá que tener la mínima coherencia para
ser entendido por un lector cualquiera. Al margen de la genialidad de muchos
escritores está un arduo trabajo de revisión. No se necesita aspirar al
premio Nobel para aprender a escribir un discurso coherente, así como las
bases de la técnica narrativa de ficción o no ficción. Lea más información en la
página principal,
donde presentamos SEed/Taller,
el área de Servicios Editoriales dedicada a la edición de libros.
2. Es común que en estos tiempos el texto
haya sido creado en una computadora, pero también es posible que haya sido
escrito hace años en una máquina de escribir. En este caso, tendrá que
transcribirse a un sistema de edición por computadora; es decir,
digitalizarlo. Hay dos formas de
hacerlo: a) escribirlo o tipiarlo" o b) escanearlo. Este segundo caso es muy común ahora
que las editoriales han decidido publicar sus fondos editoriales en versión digital. En este caso también existen dos posibilidades: a) escribir
o escanear como texto, si necesita corrección o actualización, o b) escanear
cada página como una imagen. El hecho es que para que un texto sea sometido
al proceso de edición tiene que estar contenido en un archivo digital.
Amplíe lo dicho en digitalización dentro de nuestra sección
tipografía.
3. Ahora sí habrá que pensar en el proyecto
de edición; esto es, en qué características físicas tendrá el texto. Se
deberá tener en cuenta el público lector, el medio que se elija (digital o
tradicional), la extensión, la eventual distribución y, obviamente, el
presupuesto con que se cuente. Por último, será preciso reflexionar sobre la
calidad de lo creado. Esto es muy importante porque definirá si se hace la
publicación por cuenta propia (como una edición particular o con una empresa que brinde
estos servicios) o si cabe esperar que una editorial de renombre la lleve
adelante. Como siempre, todo es relativo, porque puede ser que un escritor
se desempeñe cómodamente como editor y distribuidor y alcance ventas
increíbles (sin intermediación). Tal el caso renombrado de Stephen King con
la publicación de su última novela sólo por internet.
4. Si lo que se busca es publicar una obra
escrita en otra lengua, lógicamente se someterá al trabajo de traducción.
Algunas editoriales incluso tienen gente especializada en revisar el trabajo
de traducción. Esta etapa es una de las que más tiempo consumen... a veces
incluso años. Las editoriales importantes contratan traductores de renombre,
muchos de los cuales son afamados escritores. Se dice que traducir un libro
es como volver a escribirlo, dado que se tiene que adaptar al contexto
cultural de la lengua de destino. Y es cierto: el traductor es un creador.
5. Esta etapa
(corrección) también consume desde no
menos de uno a
varios meses, dependiendo del carácter del texto y del estado de los
originales. El profesional que realiza este trabajo es el corrector.
Encontrará abundante información en nuestra sección
corrección de SEed/Taller.
6. La composición tipográfica actual y la
que se hacía hace años (linotipo) tienen todo en común menos los medios de
la última etapa. Lo que se imprimía sobre el papel con los lingotes de
plomo; lo que salía de la máquina fotocomponedora (un rollo de papel
sensible con las páginas impresas) o lo que se obtiene en una impresora
casera o una prensa (sea digital, sea off-set) no es otra cosa que el
producto del trabajo del tipógrafo, del formador de páginas y/o diagramador
y del diseñador (al margen, claro, del contenido per se). Esta parte del
proceso es tan importante como las demás, porque contenido y continente
forman un solo conjunto. Abundamos en este tema en nuestra sección
tipografía de SEed/Taller.
9. Y todo el trabajo previo se ve reflejado
en su totalidad al estar impreso sobre el papel. Decimos en su totalidad porque
entonces sí será posible confirmar la realidad en colores y tamaños, que
siempre son engañosos si se considera la diferente calibración de los
monitores, los programas y demás. Incluso en programas y equipos
sofisticados, el cambio entre colores RGB y CYMB es en ocasiones abrupto
cuando se percibe a través de un monitor, no obstante haberse elegido un
color determinado del catálogo de colores (generalmente Pantone). En nuestra
sección impresión
se
completa lo expresado aquí.
10. El último eslabón de la cadena de
producción es la distribución, pues, como se dice, no hay libro que valga si
no tiene lectores. La distribución puede ser comercial o gratuita, a gran
escala o casera. La comercial se puede hacer tanto en presentaciones o
congresos como en puntos de venta distintos de las editoriales o librerías;
es el caso de los centros comerciales, donde se vende más que en ningún otro
lado. Es el distribuidor el que se lleva la mayor parte de las utilidades en
el negocio de los libros.
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Es común ver excelentes
trabajos de impresión y de diseño cuyo contenido es pobre, incoherente, está plagado
de erratas y tiene errores graves de edición. También lo es encontrar
textos de calidad y muy cuidados en libros que se desarman la primera vez
que se abren o que no tienen nada que ver con el boceto que entregó el
editor.
Hay libros "artesanales"
que nunca llegarán a un público que no sean los amigos y familiares del
autor...
Lo importante es no perder
de vista que cada etapa del proceso de producción editorial es sólo
parte de un todo, y que no es conveniente obviar ninguno de esos
eslabones.
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